domingo, 29 de mayo de 2011

Copyright indignado

¿Perdón? ¿Cómo es eso de que los gallegos están indignados? Gallego se entiende aquí, en Argentina, a cualquier ciudadano español, sea o no de Galicia. Vale la salvedad por si estas líneas cruzan el gran charco y llegan al viejo continente (ambicioso el pibe). Por las dudas.
Retomemos: “Miles de jóvenes españoles, y no tan jóvenes, se lanzaron a las calles para mostrar su indignación por la difícil situación que atraviesa España.” No quiero ya en el segundo párrafo amenazar con iniciar acciones legales, pero, escúchenme “madros patrios”, ¿cómo se atreven? Los derechos de autor de la indignación son nuestros, somos la indignación hecha persona, hecha pueblo. Y ahora nos quieren hacer creer que 2000 gallegos amontonados en una plaza es indignación. ¡¡¡Pero por favor!!! Tamaña falta de respeto.

lunes, 16 de mayo de 2011

Naranja Scioli

Cuantos colores, ¿no? Cuantos colores en el abanico caleidoscópico humano, y cuantos que escapan a nuestra visión seguramente. Tantos son los visibles que se nos complica inclusive nomenclar, ante lo cual empezamos a hacer bises: azul marino, azul francia, amarillo patito, rojo pasión, verde militar, celeste cid, blanco teta, negro culeao. Infinidad. Pero nada como tener un colorcito que lo represente a uno, que sea del lugar de procedencia. Algo bien bonaerense. Lo pedís lo tenés, he aquí tu color: naranja Scioli.
¿O me vas a decir que acaso no te habías dado cuenta? La provincia entera se pinta de naranja y vos ahí papando moscas. Es la sutileza, claro está. La sutileza de la iconografía y la paleta de colores puesta al servicio del diseño gráfico, el cual a su vez se pone al servicio, en esta ocasión, de un gobierno. Aunque se entremezclan y se difuminan los límites. Porque el naranja parece estar representando al Scioli gobernador y al Scioli candidato simultáneamente. Desde luego, no se lo puede acusar de hacer campaña política solo por llevar como insignia de su gobierno el color naranja. Pero bueno, es la sutileza, vio.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Obama brama, ya nada trama este Osama

“El líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, ha muerto”. Con ese titular nos fuimos a dormir el pasado domingo, esperando escuchar quizás el vuelo bajo de algún avión buscando venganza. Bueno, acá si vuela bajo un avión es seguramente por falta de combustible porque lejos estamos de ser una mira digna en el mapa internacional. ¿Vieron? El ser tercermundista a veces tiene su lado positivo. Es cierto también, que desde nuestro rinconcito, no sabemos bien que posición tomar ante esta noticia. Si ponernos tristes, si ponernos contentos, si hacernos los indiferentes. Murió Osama Bin Laden. ¿Y?
Hay quienes van más lejos y ya dicen que Osama no murió y que en realidad habita alegremente ese limbo de celebridades dueñas de muertes dudosas, donde puede jugar largas partidas de póker con Walt Disney y Yabran, por ejemplo. Algún desubicado sugirió que uno de sus más recientes huéspedes es también Néstor K, teoría que no adscribo. “Mejor no hablar de ciertas cosas”, diría Luca Prodan.