Alejandro Balbis
¡Llegó al fin la Des-indigno Terapia número 30! Nuestra videoteca musical y audiovisual consta de 30 ediciones y es sin dudas motivo de festejo.
Para esta ocasión les acercamos un artista uruguayo quizás poco reconocido, pero gran mentor de la corriente charrúa-rockera, de la cual son herederas bandas como la Vela Puerca y No te va a Gustar. Los uruguayos, como siempre, entienden mucho mejor que nosotros que las respuestas se encuentran mirando para adentro y no hacia afuera. Hasta su rock y/o música popular huele a murga y candombe llevando el distintivo sello del arte de la otra orilla a flor de piel. Se han convertido en mis ídolos indiscutidos.
Hartos ya del canto a la vida, a las personas y al amor, resulta oportuno también un "giro poético". Este tema le canta a un árbol, si si, un árbol. No un árbol anónimo, no un árbol metafórico, este es un árbol de carne y hueso (o mejor dicho de corteza y savia) que tiene domicilio y es fácilmente rastreable en las callecitas de San Telmo (acá no más). No creo haber sido el único boludo que fue hasta allí a ver si el árbol está, y en efecto, allí está, fácilmente reconocible por su tamaño en una zona de veredas angostas y escasa vegetación. Si vas, ya sabes, al menos seremos entonces dos boludos que fuimos hasta allí rastreando una planta.
Para esta ocasión les acercamos un artista uruguayo quizás poco reconocido, pero gran mentor de la corriente charrúa-rockera, de la cual son herederas bandas como la Vela Puerca y No te va a Gustar. Los uruguayos, como siempre, entienden mucho mejor que nosotros que las respuestas se encuentran mirando para adentro y no hacia afuera. Hasta su rock y/o música popular huele a murga y candombe llevando el distintivo sello del arte de la otra orilla a flor de piel. Se han convertido en mis ídolos indiscutidos.
Hartos ya del canto a la vida, a las personas y al amor, resulta oportuno también un "giro poético". Este tema le canta a un árbol, si si, un árbol. No un árbol anónimo, no un árbol metafórico, este es un árbol de carne y hueso (o mejor dicho de corteza y savia) que tiene domicilio y es fácilmente rastreable en las callecitas de San Telmo (acá no más). No creo haber sido el único boludo que fue hasta allí a ver si el árbol está, y en efecto, allí está, fácilmente reconocible por su tamaño en una zona de veredas angostas y escasa vegetación. Si vas, ya sabes, al menos seremos entonces dos boludos que fuimos hasta allí rastreando una planta.
Con ustedes, sin más, el gran "yurogua" Alejandro Balbis y su árbol de Piedras, esquina Carlos Calvo.