viernes, 28 de septiembre de 2012

Catarsis del microemprendedor

No soy un gran capitalista. Nadie lo esperaría a mi temprana edad. Tengo unos morlacos ahí amarrocados pero es una suma escasa en magros pesos argentinos que valen cada vez menos bajo mi colchón. Pongamos que tengo $6000. ¿Qué puedo hacer para que ese dinero me genere algún tipo de ingreso sin mover un dedo? Pretencioso el pibe. Yo me autodenominaría “microemprendedor”.
Ya me van sacando la ficha: quiero algún currito que me permita hacer mi vida y me brinde cierto tipo de ingreso. Y no soy ningún transgresor eh, lo que quiero implementar es una práctica que existe desde que existe la posesión, desde que hay desigualdad entre el que tiene y el que quiere tener. Simple: quiero alquilar, rentar, arrendar algo.
Pero en este punto se ve realmente el talento del microemprendedor. ¿En que se puede invertir ese dinero con el firme objetivo de poder alquilar el nuevo bien? O sea, tenemos que comprar por esa suma algo que sea alquilable a buen precio. Glup!
Ideas hay. Un proyector digital, quizás, ahora que es algo tan indispensable. Algunas sillas de ruedas, por qué no. Elementos para catering,  o para decoración, bicicletas, sonido y/o iluminación para eventos, zapatos, castillos inflables, disfraces para fiestas, hidrolavadora, turbina de calefacción, plantas ornamentales, videojuegos, pelucas… Puffff, tantos potenciales fracasos que es difícil decidirse. Aunque no lo crean la pulseada la van ganando las sillas de ruedas.
Pensémoslo así, es eso o generar algún ingreso a través del blog. Podría cobrar cada lectura. A vos, por ejemplo, unos 10 dólares por leer esto, no estaría nada mal. Te caería en este preciso instante una especie de patovica que te tocaría el hombro y te diría: “señor/ra, ¿efectivo o tarjeta?” Justicia al fin, me lleva tiempo plasmar acá mis miserias como para que sean leídas gratuitamente. Lean pues y desásnense, que Indignados Club es gratis…, por ahora.

martes, 25 de septiembre de 2012

Des-indigno terapia, 18va entrega

"Las cucarachas"
Agarrate Catalina

Pocas cosas me han hecho reír en el último tiempo como esta murga uruguaya. Irónicos al extremo, sarcásticos, ácidos, con una admirable capacidad de reirse de sí mismos propia seguramente de los uruguayos en su conjunto. Cuanto de su sumpleza y autocrítica nos haría falta a los argentinos. Nos creemos parecidos pero nos separa mucho más que un oscuro y ancho río.
       Aquí les queda pues el "cuplé" de las cucarachas, parte de su espectaculo "El fin del mundo", del año 2006, tan vigente como entonces. Agarrate Catalina en el Indignados Club!!!
         "El mundo efímero escenario..."  

lunes, 17 de septiembre de 2012

Jóvenes son los trapos

Lo recuerdo. Son esas cosas que te quedan como estampadas en la memoria, una mera evocación lejana puntual. En los tiempos de mi infancia, no tan distantes, había unas gotas para la nariz cuya versión para niños se llamaba “débil”. Toda una metáfora, sin duda, de la concepción que se tiene de los jóvenes hoy en día, y quizás siempre. Una raza débil, con mucha potencial participación a futuro y que presenta enorme facilidades para ser moldeada y adoctrinada a gusto y conveniencia.
Es un tema que se empieza a instalar como primordial hoy en día, pero es algo que me inquieta hace tiempo. Como joven he sido testigos de un arduo proceso de seducción que intenta convencer a “tiernos” de todo el país de que el modelo que vale es el actual y que todo lo pasado es nefasto, erigiendo como enemigo mayor a la última dictadura militar, periodo que paradójicamente los jóvenes actuales no vivimos.
Es una treta obvia, burda: demonizar estereotipos del pasado para asociarlos libremente con los enemigos deseados de la actualidad. No sabemos bien por qué, pero nuestros enemigos son malos, muy malos, como lo eran aquellos enemigos de antaño, malos, muy malos. Pero nosotros siempre fuimos buenos ehh, a no confundirse. El mecanismo increíblemente funciona. Increíblemente.
Hoy tenemos una juventud que tiene muy instaurado el concepto de negatividad hacia la derecha, que aboga incansablemente por los derechos humanos (de la boca para afuera), y que critica al sistema capitalista al mismo tiempo que se sumerge más y más profundamente en él de la mano de los avances que provee la era digital. Es una juventud llena de contradicciones, enfrascada en hablar de un tiempo que no vivió y en contar como cierta, arbitrariamente, la historia del bando “vencido”, el cual cuenta hoy con las herramientas mediáticas para instaurar su verdad como verdad absoluta.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Des-indigno terapia, 17ma entrega

"Dancing Queen"
Abba

Un súper clásico para la 17ma Des-indigno Terapia. Una canción que suena a época, que genera un entorno visual con tan solo escucharla. Estamos, sin embargo, en una era en la que imaginar no es una actividad cotidiana. Para evitar pues que usen su aletargada imaginación recreando imágenes, tenemos para la cartera de la dama y el bolsillo del caballero música+video (como siempre, bah). La belleza de estas dos señoritas, sumada a las caras de nabo de sus respectivos maridos recrean el “escenario” ideal de la música logrando un combo visual mágico a la altura de una canción que hizo historia.
Aclaro para aquellos chusmos: la morocha con el pianista y la rubia con el guitarrista. Después todos terminaron separándose de todos modos.
No más presentación. “Dancing Queen”, del cuarteto sueco Abba. ¡No, no es cuarteto cordobés! Es cuarteto porque son cuatro. Má sí, no sé para qué les explico…

jueves, 6 de septiembre de 2012

Des-indigno terapia, 16ta entrega

"Bolero"
Maurice Ravel

Es desvelo del periodista el tema de la objetividad. No duermen, se devanan los sesos buscando la clave para hablar, decir, contar sin dejar entrever su punto de vista. Por suerte, no soy periodista ni quiero serlo. Lejos estoy de intentar emprender esa absurda travesía en busca de la objetividad absoluta. Soy subjetivo, y me encanta serlo, y me encanta impregnar de subjetividad este espacio.
Por eso, y porque poco me importa lo que piense el resto, la Des-indigno Terapia del día de la fecha les acerca la mejor pieza musical de todos los tiempos. Sí, la mejor. Acaten sumisamente, ni un pero. Esta obra lo tiene todo: es simple, económica en recursos, sutil, íntima, omnipotente cuando se lo propone, repetitiva hasta el hartazgo pero capaz de decir lo mismo una y otra vez de mil formas diferentes. Simplemente magnífica. Algún obtuso caído del catre pensará que es un bolero estilo Manzanero, han de agradecer pues estar totalmente equivocados. Este es el Bolero de Maurice Ravel, compositor francés de principios del siglo XX, a quien verán tiernamente ilustrado en fotografías a lo largo del video, el cual tranquilamente podría haber sido el clásico video emotivo de su boda o cumple de 50. Suban el volumen, cierren los ojos, déjense llevar. No hay mucho más por decir…
¿Objetividad? Je, las boleiros…