Des-indigno terapia, 21ra entrega

"Orquesta en descomposición"
Sig Ragga

Nueva edición de Des-indigno terapia, escondiendo esta vez una nueva indignación. Me satura, me cansa el reggae y su "moda" abrumadora de hoy en día. Es insoportablemente monoto y repetitivo el genero, casi tanto como su inequívoca identificación con un público o "tribu" en particular. Nada en absoluto se ha avanzado desde que Bob Marley puso esos extraordinarios cimientos. Podemos resumir entonces que el reggae y su público actual en parte me indignan.
       He aquí pues la reivindicación para con el género. Este tema demuestra que el reggae puede ir mucho más allá, puede ser más ambicioso que marcar un interminable contratiempo de guitarra rítmica, o un redo tocado en el aro. Es una cuestión de voluntad, claro esta, llevar este genero a un estrato superior.
       Para ustedes reggetoneros..... ehh, no, eso es otra cosa, mejor dicho... no se, ¿regeros? En fin, "amantes del reggae", aquí les queda Sig Ragga, banda "under" argentina, con su "Orquesta en descomposición". Bon appetít!!!

Espejo bolivariano

Ahora, recién, cuando escribía el título me acordé de él y entendí el por qué de algo que le pasó hace poco. Era obvio, lo desenterraron para que no se revuelque más y termine por destruir su propia tumba al escuchar todo lo que se dice y hace en su nombre. Lo han de tener atado ahora, con chaleco de fuerza, cual loco…vivo. Pobre Bolívar.

Yo creo que nunca, absolutamente nunca fuimos tan concientes de que existía Venezuela como ahora. Un país de los de por ahí arriba, medio tirando a caribe, metido en esa gran bolsa de naciones calurosas, con tonadas empalagosas y banderas color amarillo, rojo y azul. Eso era Venezuela para los argentinos. Pero las cosas cambian, my friend, y ahora Venezuela es el “bolivariano” ejemplo a seguir de socialismo siglo XXI. Me perdí de algo…

Si, claro, te perdiste de 13 años de Hugo Chávez: un simpaticón personaje que irrumpió en la escena latinoamericana (dudo que en el resto del mundo lo junen tanto como creemos) y se autoproclamó líder de la “patria grande”, la unión de los pueblos de estos lares, que viven una suerte de resurrección del fervor patriótico y revolucionario de la mano de ciertos personajes de dudosa intencionalidad e integridad (permítanme dudar, al menos a mí). Instaurado el debate está sobre cuanto y cómo nos debemos parecer a este tipo y su revolución con olor a dictadura. Los extremos son malos, reza el dicho, yo le agregaría que además de ser malos se parecen demasiado.

Chávez fue reelecto hace escasos días por seis años más. “Están en un pozo más profundo que el nuestro”, fue lo primero que atiné a pensar. Alguien enseguida me paró el carro y me develó una gran verdad: al menos ellos pudieron concentrar una fuerza opositora sólida que alcanzó el 45% de los votos. Acá la mayor fuerza opositora concentra un magro 15%. Trágame tierra.

Des-indigno terapia, 20ma entrega

"El niño canibal"
Luna Monti y Juan Quintero

Buena instancia la 20ma Des-indigno Terapia para dar a conocer una nueva campaña pública. La misma busca "desagogoguizar" el trato a los infantes. Puede que en la subestimación que se les da a las personas de pequeñas se encuentre la explicación de su inestabilidad como adultos. Los niños son niños, un humano en su primera etapa como tal, pero eso no lo hace un ser escandalosamente inferior, por ende, no hace falta hablarle como si fuera tonto o incapaz de comprender palabras articuladas. ¡Qué agogó ni agogó! Hablenlé como se merece, bien, con propiedad, que si tuviera la posibilidad de responderles se los agradecería. El tratarlo con amor no implica necesariamente tratarlo como si fuera pavo.
        Vaya si hacen uso de esta "agogización" de la lengua infante las canciones para niños. Vacías, carentes de contenido y sentido. Claro, son para niños y total no casan un "fulbo". Cuando alguién me narró horririzado el contenido de esta canción ya me causó simpatía desde entonces. Ni hablar cuando la escuché, tan tierna como cruel, tan sutil como provocadora. Y si algo el podría faltar a toda esa materia prima era una interpretación tan exquisita.

Con ustedes "El niño canibal", obra del mexicano Virulo, a cargo en esta ocasión del sublime Juan Quintero y su inseparable pareja musical, Luna Monti, probablemente cebando mate porque no hay rastro musical de ella en este tema.


PD para el obtuso que colgó el video: ¡¡¡es Juan Quintero, no Juan Quintana!!! ¡¡¡Bruto!!! ¿Ven?, de chico a él seguro lo agogoguizaron en exceso...

El antiusuario

Soy el antiusuario. Hace poco lo entendí, costó sin dudas asumir esta falta de comportamientos sociales lógicos, normales. El anticristo tecnológico, el error de cálculo de Toshiba y Samsung, el Adán que (no) comió la manzana (de Apple) y fue desterrado del paraíso digital por no comportarse como se esperaba. “Al menos tráiganme mi Eva, che”.

Suelo a menudo imaginar a operarios de alguna empresa de telefonía celular o fabricantes de porquerías electrónicas testeando su flamante software o interfaz con mi persona. Pobres, que mala pauta del usuario medio les estaría dando. Chinitos susurrando e increpándose ofuscados por lo insólito de mi comportamiento. Allí donde hay que apretar un botón yo bajo el scroll, allí donde hay que costumizar un perfil yo me adapto al predeterminado, allí donde hay diccionarios que adivinan las palabras yo tecleo letra por letra, allí donde hay que prender yo simplemente apago.

Todo esto esconde un truco vil. Supuestamente, estas herramientas tecnológicas proveen múltiples formas de ser adaptadas a nosotros, a nuestro uso, inclusive a mí, en teoría. Pero no es novedad que la mayor multiplicidad de opciones, la libertad absoluta de acción no provoca otra cosa que estaticidad. Es tal el abanico, es tan amplia la oferta, que genera vértigo, estrés. Y como predecibles que somos, terminamos todos comprándonos el mismo aparatito y utilizando las mismas plataformas. Chau oferta, chau multiplicidad.

Des-indigno terapia, 19na entrega

"Causas y azares"
Silvio Rodriguez

No muy frecuentemente uno se pone a pensar cuantos sucesos y acontecimientos se dan lugar para que las cosas ocurran. No me habría cruzado con ella si salía cinco minutos más tarde de mi casa, o si ese semáforo no estuviera desincronizado, o si esa señora no se me atravesaba con el changuito del super, o si ese auto que buscaba entrar a un garage no me hacía trotar esos cinco metros. Nada de lo que pasó habría pasado si una extraordinaria sumatoria de eventos no se hubiera dado como se dio. Es estresante pensarlo así, da vertigo, todo lo que hago y lo que me sucede ahora estará repercutiendo en acontecimientos de mi futuro cercano, así como los del pasado causan que este preciso instante sea así, como es.

Nadie podría haber puesto en letra y música mejor este concepto. Tan simple como demostrar que las causas y los azares manipulan lo mejor que nos puede pasar como lo peor, sin remedio, poderosos, invencibles.

Silvio Rodriguez hace su ingreso triunfal a la Des-indigno Terapia gracias al azar que esta mañana me hizo acordar de esta canción, una de sus mejores, con una letra tan simple como profunda y una mejor música y orquestación. ¡Enhorabuena!

Pobre Pedrito…