…y vaya que trajo varios panes bajo el brazo el crío, alimento de nuestro insaciable apetito mediático.
No sé si será cuestión familiar. Muchas veces doy por conocidas expresiones que luego caigo en la cuenta que solo usa mi familia, más precisamente mi viejo. Esta es una de ellas, y la aclaro por las dudas.
- ¿Saben que significa la sigla YPF?
- No pá.
- Ya Parió Filomena. Jua, jua…
Chascarrillo familiar. Qué original que estuve con el tópico que elegí para escribir, ¿no? Era inevitable, que le vamos a hacer. Uno sucumbe, a menudo, o más bien a diario, ante los temas de actualidad que se nos meten hasta por los poros. Sin embargo voy a tratar de ser objetivo (mentira más grande) y más que hablar de la “natalidad de Filomena” me gustaría reflexionar sobre como este suceso nos pasó por arriba, como un camión, como un tren desbocado. Tal es el punto que no sé…, si me agarrás desprevenido y me pedís que en cinco segundos te tire un tema de actualidad de la semana anterior te pego una balbuceada atroz. “Bu… buuu… buu……. Boudou!!!” Ahh, pero claro, pasaron más de 5 segundos, puta má’!
Vamos a hacer una breve reseña para nuestros queridísimos caídos del catre que no entienden de que “guatafack” hablamos. La semana pasada el gobierno nacional argentino propuso expropiar (falta que apruebe el poder legislativo) gran parte de las acciones de la petrolera YPF a la petrolera española que tenía su “concesión”, Repsol. Esto reavivó, nuevamente, el fervor patriótico bajo consignas como “recuperamos la soberanía sobre el petróleo nacional” y barrabasadas por el estilo como si no hubiéramos sido cómplices y testigos, en su momento y todo este tiempo, de su venta y su saqueo por parte de los gallegos. “Yo no fui”, diría Bart Simpsons. En fin, dije que sería objetivo (también dije que era mentira), el pasado pisado, en el peor de los casos si nos van a chorear mejor que nos choreen coterráneos así la guita queda en el país. Plantéatelo así.