miércoles, 30 de mayo de 2012

Des-indigno terapia, 10ma entrega

"Princesa bacana"
Jorge Drexler

Des-indigno terapia llegando a su merecida décima entrega. Hoy nos engalana el blog un autor que inevitablemente iba a aparecer en algún momento, dados sus ideales y su forma de ver la vida, traslucida en su música. Esta canción, simple, sutil, lejos del romanticismo empalagoso, festeja los pequeños eventos que pueden dar vida a la vida misma, valga la redundancia. Cuanto de más pueden estar años de relaciones forzadas cuando todo puede estar magistralmente resumido en un mero eterno fin de semana. Allí, los placeres más simples afloran sin culpa, sin temor a abusar de ellos. La idea, además, narra armónicamente el acontecimiento haciendo foco en la otra persona, en el otro actor, en esa otra mitad, autora y remedio de todos los deseos por esos días.
      Para aquellos que encuentran en las pequeñas cosas lo "grande" de la vida, va dedicada la terapia de hoy. Quedan entonces en compañía de Jorge Drexler y su (nuestra) Princesa bacana.
        "Es lunes de mañana, cualquiera se separa de una princesa bancana..."

miércoles, 23 de mayo de 2012

Cuando el entongue político lo era casi todo

Qué fenómeno singular es la añoranza. Una sensación, un sentimiento difícil de poner en palabras. El mirar y anhelar retrospectivamente algo del pasado de lo cual carece el presente. Todo tiempo pasado fue mejor, se suele decir, y hay veces que cuesta imaginar un presente peor al que se vive. Basta, sin embargo, que ese presente se convierta en pasado y que nos inunde un futuro aun más desalentador para entender que siempre se puede caer más bajo.
Hubo un tiempo en que el entongue político lo era casi todo en la Argentina. El curro, el acomodo, la burocracia corrupta, las conveniencias. Una exacerbación de lo más vil y bajo de las miserias humanas y argentinas. Ese tiempo, gracias al cielo, pasó, y vaya alivio porque no hay nada que me moleste más que las medias tintas, las cosas a medio hacer. Si se hace algo, que se haga bien. Cómo es eso de hacer escalar gente y que nunca puedan llegar a las cúspides de poder, o que solo curren unos pocos, o que no se divulgue el bienestar que la militancia y lealtad política permiten. Qué suerte la nuestra ser testigos de este momento de la historia, de esta profundización, de esta evolución del modelo. Hubo un tiempo en que el entongue político lo era casi todo, un tiempo que pasó y dio lugar a un tiempo más acabado en lo que a ideales respecta. Hoy nos toca ese tiempo, un tiempo en el que el entongue político lo es total y absolutamente todo. ¡Al fin!
Cualquier actividad que uno quiera realizar con mediano éxito en lo que a dominios públicos atañe deberá abordar sin timidez este aspecto. Habrá que degustar las medias de quien corresponda, habrá que rebajarse a la autohumillación y allí entender que lo que uno hace lo hace… ¡¡¡por el bien de la patria, por el bienestar colectivo, por amor a la bandera!!!…, ahh, y bueno, por engordar un poquito el bolsillo personal, casi me olvido.

martes, 15 de mayo de 2012

El viejo

Un país lleno de nada. Lleno, lleno. Porque la nada en sí es una cosa. Una cosa que no contiene algo, pero es justamente la ausencia de algo lo que la define y la hace, a ella misma, algo. La nada es algo. Y un país lleno de nada está, paradójicamente, lleno y vacío al mismo tiempo.
Esas líneas son una cita, sería incapaz yo de reflexionar algo así, claro está. Incapaz. Esto se lo escuché decir una vez a él. Sí, a él, ¿a quién más? Tenía esos arranques, esas reflexiones casi difuminadas, para pensarlas un buen rato. El viejo siempre me dejaba pensando, siempre.
Es él y su país, nuestro país. Porque en un país así, como describe él, a diario quizás cueste encontrar diferencias en la vida. Todo parece ser tan monótono, rutinario. Todo se sucede una y otra vez, cíclicamente. Todo se parece a todo, todos se parecen. La nada misma y la misma nada. Pero sucede, también, que en esa homogeneidad agobiante resalte de golpe lo disímil, lo diferente. Y eso era (o es) él metido en este mundo. Un algo fuera de lugar, fuera de serie...
Puede que esto parezca una simple descripción de una persona, y puede que sea así al fin de cuentas. Pero el atractivo de una descripción pasa mayoritariamente por quien o qué es lo que se describe, y en este caso, créanme, no vale la pena menospreciar el contenido. Una persona puede ser una mera persona y, a la vez, un mundo en su relato.
Él vivía (o vive) como podía, trastabillando, chocando paredes, derrapando curvas. Porque sí, es como que no estaba preparado para transitar este planeta. Su debilitado físico era metáfora de su alma. Pobre. O pobres nosotros, que no tenemos ni una ínfima porción de su capacidad para ver más allá. Él creía (o cree) en las cosas simples, en ese dejarse llevar por pequeñeces cotidianas. Y cuando digo cosas, paradójicamente, rara vez me refiero a objetos materiales. Al viejo poco le importaba la posesión. De hecho no tenía nada, y nada, en esta ocasión, no significa algo.

lunes, 7 de mayo de 2012

Des-indigno terapia, 9na entrega

"Point of view"
Jimmy Dludlu

En la elaboración de teorías se me va la vida. Desentrañar misterios y establecer cánones me quita el sueño, debo admitir. Lo he hablado con mucha gente, algunos ríen, otros asienten con los ojos grandes llenos de sorpresa y estupor ante la inobjetable verdad que acaban de descubrir. Esta Des-indigno Terapia trae adosada la breve exposición de, seguramente, la más acabada de mis teorías. Lejos está de esconder sentimientos racistas, justamente todo lo contrario. Señoras y señores, no sé si lo habrán notado, pero los negros son terriblemente talentosos, muchos más que nosotros, los simples blancos. En el deporte, por ejemplo. ¿Qué sería de las olimpiadas sin los negros arrasando en cuanta disciplina atlética individual se les cruza? Son insuperables, tienen algo en su ADN. Ni hablar en la música. Son los culpables de todos los híbridos rítmicos que enriquecen la música popular. Desde el candombe hasta el jazz, de abajo hacia arriba, de arriba hacia abajo. Toda América lleva su impronta rítmica. Son, como si fuera poco, tremendos interpretes e instrumentistas. Qué envidiable. Y pensar que Michael Jackson se quiso cambiar de bando. Estamos todos locos.
     Aquí les dejo una pequeña muestra gratis del que podría eregir como mi músico favorito. Simpleza, sutilidad, sensibilidad, gusto. Es el combo más equilibrado que jamás haya escuchado, en lo que a mis preferencias personales refiere. Pueden adelantar al minuto 1:50, aunque hasta el presentador es simpático y "talentoso", y termina sapando él también al final. Este músico es Jimmy Dludlu con su tema "Point of View". Y es negro, claro está...