Jorge Drexler
La Des-indigno Terapia de hoy nace de una anécdota. Días pasados fui testigo en una clase universitaria de una situación que resume el comportar humano más básico.
Desde su inicio, hace escasas semanas, la asignatura en cuestión fue dictada por un señor mayor, a modo de suplente de la titular por entonces desconocida. Dicho señor le era totalmente indiferente a los profesores que dictaban clase en la franja horaria precedente, con quienes nos cruzábamos al ingresar. Un día, finalmente, la titular se presentó en sociedad: una jovencita agraciada, sobre todo si se la compara con su suplente. Ante esto, los profesores de la otra materia, claramente conmovidos por la situación, le borraron el pizarrón a dúo casi chocando entre sí antes de retirarse acompañando el gesto con sonrisas e implícitas babas.
Este incidente me remitió a una canción y a las sabias palabras de otro profesor, que bien se habría sumado a la limpieza del pizarrón diciendo: “al mundo masculino lo mueven las mujeres, todo lo que los hombres hacen tiene como objetivo último conquistar mujeres”.