lunes, 29 de abril de 2013

Des-indigno terapia, 28va entrega

“El otro engranaje”
Jorge Drexler

La Des-indigno Terapia de hoy nace de una anécdota. Días pasados fui testigo en una clase universitaria de una situación que resume el comportar humano más básico.
Desde su inicio, hace escasas semanas, la asignatura en cuestión fue dictada por un señor mayor, a modo de suplente de la titular por entonces desconocida. Dicho señor le era totalmente indiferente a los profesores que dictaban clase en la franja horaria precedente, con quienes nos cruzábamos al ingresar. Un día, finalmente, la titular se presentó en sociedad: una jovencita agraciada, sobre todo si se la compara con su suplente. Ante esto, los profesores de la otra materia, claramente conmovidos por la situación, le borraron el pizarrón a dúo casi chocando entre sí antes de retirarse acompañando el gesto con sonrisas e implícitas babas.
Este incidente me remitió a una canción y a las sabias palabras de otro profesor, que bien se habría sumado a la limpieza del pizarrón diciendo: “al mundo masculino lo mueven las mujeres, todo lo que los hombres hacen tiene como objetivo último conquistar mujeres”.

viernes, 19 de abril de 2013

Y dicen que somos aburridos

“¡Estoy aburridiso, má!” Estas palabras se las pronunciaba quien les escribe, hace poco menos de 20 años, a su fastidiada progenitora, la cual no sabía a qué otro artilugio recurrir para callar a aquel por entonces infante sediento de entretenimiento. Vaya paradoja, si hay algo que por estos días no estoy es “aburridiso”, má. Pasa de todo, todo el tiempo. No alcanzan las horas para digerir, inmediatamente estamos ante un nuevo banquete mediático que nos dejará pipones. En este país no te aburrís ni mirando Crónica, está claro.
Pasó mucho en un mísero mes. Desde la muerte de Chaves, con todo lo que eso implica acá, hasta la reforma del sistema judicial, pasando por el Papa, la inundación de La Plata, la muerte de la “demoníaca” Margaret Thatcher, el micrófono abierto de Pepe Mujica, y, como frutilla del postre, el destape de un caso de corrupción “farandulero”.
Si hay alguien que le debe la vida por estos días a Lanata, ese es el intendente platense Pablo Bruera. Gracias al informe periodístico emitido el pasado domingo, La Plata y las inundaciones dejaron de ser el centro de atención y el gran ojo crítico de la sociedad, semejante al ojo de Sauron, analogía válida para aquellos conocedores del Señor de los Añillos, posó su mirada ahora sobre el ermitaño Lázaro Baez y su sequito de nabos faranduleros. A saber, el marido de Karina Jelinek, Leo Fariña; y el marido de Ileana Calabró, el célebre Rossi, previamente expuesto por su esposa y Tinelli en el programa de este último.
A simple vista, el perfil de estos individuos parece encajar con la acusación: dos tipos casados con dos boludonas mediáticas, claros escudos de protección, que seguramente nunca preguntaron o intentaron entender de que trabajaban sus respectivos esposos. Mientras la cuenta de la tarjeta se pague en tiempo y forma, ¿por qué tendría que interesar eso? Según este blog pudo chequear con fuentes cercanas a los matrimonios, en el último tiempo se sucedieron conversaciones de este tipo:

lunes, 15 de abril de 2013

Des-indigno terapia, 27ma entrega

“Puerto de Santa Cruz”
Horacio Guarany

La 27ma Des-indigno Terapia toca un tema más que actual, y lejos estará de "desindignar", sepan disculpar. Una de las tantas sospechas de corrupción K fue confirmada con pruebas irrefutables, lo cual nos hace pensar que todas las restantes sospechas han de tener similar exactitud. La indignación quizás es el punto en el que la impotencia toca su fondo, ese fondo hemos tocado ayer.
        Esta inocente canción hoy se resignifica y nos remite a ese "puerto" virtual patagonico por el cual se fugan fondos públicos con total y absoluta impunidad. Es la Argentina que tenemos y que, peor aun, muchos defienden. 
      Con ustedes entonces "Puerto de Santa Cruz" del eterno Horacio Guarany. Perdón Horacio, hubieras merecido una mejor irrupción en nuestro blog. 

         "Lázaro, levantaté y lava..."